Es muy frecuente escuchar diversos mitos alrededor de las várices relacionados con ¿Cuáles son las causas de su aparición? ¿Cómo se tratan? ¿Qué remedios caseros hacen efecto? Por eso, hemos destinado este artículo para aclarar cuáles son los mitos más conocidos sobre las várices y las arañitas para que puedas estar informada y evitar creer en información que pueda afectar tu salud.
1. Las várices solo aparecen a las mujeres
En primer lugar, es preciso tener en cuenta que las venas tienen válvulas que ayudan a mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia el corazón. Si las válvulas están débiles o dañadas, la sangre puede detenerse y acumularse en las venas. Esto hace que las venas se dilaten, lo que se conoce como várices. Este proceso es indistinto en mujeres u hombres, esto quiere decir que la afirmación es ¡Falsa!
Las várices no es una patología exclusiva de las mujeres. Sin embargo, sí está demostrado que las mujeres son más propensas a sufrir de ellas.
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2. Las arañas vasculares crecen y se convierten en varices gruesas
¡Falso! Las arañas vasculares y las varices gruesas son dos tipos diferentes de varices.
Las arañas vasculares son capilares dilatados de la capa más superficial de la piel y no evolucionan hacia varices más gruesas. Por el contrario, las arañas vasculares o varices telangiectasicas pueden crecer en número, pero no en tamaño.
Si evidencias que aparecen varices telangiectasicas o arañitas, ten presente que es probable que aparezcan más, pero no se convertirán en várices porque son dos tipos de venas distintas, eso no quiere decir que no debas tratarlas, dado que generan un aspecto poco estético usualmente en el rostro o las piernas.
Lo que si se puede evidenciar es que quien tiene telangiectasias tiene mayor riesgo de sufrir de otras dilataciones venosas más gruesas en el trascurso de su vida.
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3. Las várices salen solo cuando hay sedentarismo
¡Falso! Existen diversos factores que facilitan la aparición de la insuficiencia venosa y las varices, tanto en hombres como en mujeres que van más allá del sedentarismo. Entre estos factores tienen especial importancia la edad y la herencia genética.
La fortaleza de las paredes venosas y la efectividad de las válvulas de las venas, son cualidades que vienen determinadas por la constitución de la persona y por tanto por sus genes.
El alcohol, el tabaquismo, el sobrepeso, la planificación con hormonas, es uso de pantalones apretados, estar mucho tiempo de pie y por supuesto el sedentarismo, promueve su aparición.
4. Las várices solo se pueden quitar con cirugía
¡Falso! Y este mito es, sobre todo, difundido por clínicas que promueven la cirugía como única opción para el tratamiento de las várices.
Si bien existe la posibilidad de realizar un procedimiento quirúrgico, esta opción solo es contemplada cuando se han agotado otras alternativas, como la escleroterapia, que sin lugar a dudas, es la forma más eficaz de hacer desaparecer las várices y arañitas.
En la escleroterapia se inyecta una sustancia química especial (esclerosante) en una várice para irritar el revestimiento interno de la vena. Esto hace que la vena se cierre.
Durante este procedimiento se inyecta el esclerosante en la várice. El procedimiento se lleva a cabo en el consultorio de un médico o en una clínica y dura entre 5 y 30 minutos, dependiendo de cuántas várices se traten y de su tamaño.
Existe además otra alternativa para las venas mas gruesas que es la varicectomía química, que consiste en la aplicación de una espuma altamente concentrada en dichas venas para esclerosarlas, lo cual, evita la cirugía en por lo menos el 70% de los pacientes que toman esta opción.
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5. Las varices vuelven a salir después del tratamiento
¡Falso! Las varices que han sido tratadas mediante escleroterapia son eliminadas definitivamente. El líquido esclerosante sella la vena y sus restos son absorbidos por el organismo, por lo que la sangre no puede volver a fluir por ella.
El paciente puede desarrollar varices nuevas, pero siempre distintas a las que ya han sido tratadas con la escleroterapia debido a que es una enfermedad circulatoria progresiva.
La escleroterapia es altamente efectiva, no requiere hospitalización y no requiere incapacidad, lo que permite un regreso casi inmediato a las actividades normales. Este tratamiento puede reducir los síntomas y mejorar el aspecto de la piel.
Ahora que ya tienes claros cuáles son los mitos más frecuentes, puedes iniciar tu tratamiento. Queremos recordarte que en la IPS Clínica Renacer disponemos de profesionales dispuestos a resolver cualquier duda que tengas, comunícate con nosotros y agenda tu cita de valoración.
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