El número de infecciones por coronavirus sobrepasó las 110.000 personas en todo el mundo, mientras los investigadores están analizando datos para comprender qué hace que se propague tan fácilmente. Sin embargo, una de las teorías más acertadas es la facilidad con la que las personas “aparentemente sanas” esparcen el virus, pues el hecho de desconocer que son portadores, facilita su propagación.
“Los virus respiratorios producen un amplio rango de síntomas que varían entre personas”, explica el investigador de la Universidad de Columbia (EE UU) y coautor de un estudio publicado en la revista Science, Jeffrey Shaman, en una rueda de prensa telefónica a la que han tenido acceso medio de comunicación. “Algunas enferman mucho, pero otras muchas tienen síntomas leves”.
Esto quiere decir que las personas asintomáticas no consultan al médico, tampoco se realizan ningún examen y mucho menos entran en las cifras oficiales de los gobiernos, por el contrario, continúan con su vida normal, sin saber que son contagiosas y que pueden esparcir el virus a otras personas que sí pueden tener síntomas complejos o incluso, fallecer.
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Por otro lado, los niños han sido foco de investigación, pues según algunos expertos es más fácil que esta población no presente síntomas al inicio del contagio, sin embargo, tienen tanto riesgo de contraer el coronavirus como los adultos. Así lo han hecho público desde Unicef, quienes recalcan que el coronavirus puede infectar a personas de todas las edades.
No obstante, desde el organismo se recuerda que son los mayores y quienes padecen algunas enfermedades (como asma, diabetes o cardiopatías) tienen más probabilidades de enfermarse gravemente cuando adquieren la infección.
¿Cómo puedes prevenirlo?
No existe aún una vacuna para el este coronavirus COVID- 19, sin embargo, se adelantan algunos ensayos para crearla. Los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. están trabajando en una vacuna contra el nuevo virus, pero pasarán meses hasta que se inicien los ensayos clínicos y más de un año hasta que esté disponible.
Pese a esto, sí existen formas de evitar la propagación, bien sea por personas asintomáticas o población enferma. Entre estas medidas están:
Aislarse: el aislamiento social es una sugerencia de la Organización Mundial de la Salud, como medida de protección para evitar el contagio. Esta medida es vital para que las personas asintomáticas no contagien a otras, pero en ocasiones es difícil crear conciencia sobre la importancia de quedarse en casa.
Lavado de manos: Los virus respiratorios como la enfermedad por coronavirus se contagian cuando la mucosidad o las gotas que contienen el virus entran en el cuerpo a través de los ojos, la nariz o la garganta. Lo más frecuente es que esto suceda a través de las manos, que también son una de las vías más frecuentes de contagio de virus de una persona a otra.
Se recomienda que el lavado de manos dure de 40 a 60 segundos y no mínimo 20 como algunos dicen. Además, se debe realizar cada vez que se vaya a lugares como el supermercado o el cajero a retirar dinero, entre otros.
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Si estás en la casa, los expertos creen que, durante el día, por lo menos las manos se deben lavar mínimo unas diez veces y de manera correcta.
Fortalecer el sistema inmunológico: Mantener unas defensas fuertes a lo largo de la vida reduce el riesgo de contraer enfermedades virales. Para mantener las defensas fuertes es necesario contar con buenos hábitos de alimentación, actividad física constante y adquirir suplementos como la vitamina C.
En el caso de la sueroterapia o megadosis de vitamina C, se inyecta directamente al torrente sanguíneo para que el organismo absorba el 100% de sus propiedades, esto permitirá que el sistema inmunológico reciba la dosis necesaria para ayudar a combatir agentes externos como bacterias y virus.
Puede afirmarse que una carencia de vitamina C da lugar a una menor resistencia a ciertos patógenos, mientras que un mayor aporte mejora muchas de las funciones de nuestro sistema inmunitario. De hecho, una investigación confirma que la presencia de vitamina C en el plasma sanguíneo y los leucocitos disminuye durante estados de enfermedad y estrés.
Y aunque este tratamiento no garantiza que una persona sea contagiada de COVID-19, si disminuye la posibilidad, y en caso de que ocurra, los síntomas como la tos, la fiebre, la congestión y el malestar general, serán menos agresivos con el organismo y la recuperación posiblemente sea más rápida.
Recuerda, la menor manera de prevenir esta y otras infecciones virales siempre será tener un estilo de vida saludable, libre del exceso de comidas rápidas, sedentarismo, estrés, insomnio o ansiedad.
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